
Esta historia dejé de contarla cuando nadie se la creía, pero en el 96 yo toqué a Michael Jackson.
Era un fin de semana normal, pero cuando regresabamos de jugar a tenis, nos llamó la atención la cantidad de gente que se arremolinaba en frente del Boston. Laura y yo nos acercamos sin saber muy bien lo que pasaba. Unas chicas histericas nos lo dejaron claro: "Michael Jackson se ha asomado desde la azotea...".
Por un lado la valla parecía tener un hueco y como nosotras eramos menuditas, logramos colarnos. De repente la masa enloquecio, yo estiré un brazo y ahi venia! Me estiré más y le toqué la chaqueta...
Me cuesta creer que pudiera estar tan cerca de la gente como para dejarse tocar, pero ahora mas que nunca, me ilusiona pensar en ese momento.